Como añoro el esconderme, acurrucarme allí donde me sentía a salvo de todo, en casa de mis abuelos era la higuera, me subía y me escondía entre las hojas con la ventaja de ver quien estaba debajo, allí me sentía invencible ,con poder ,solo me descubrían cuando ya no podía contener mas la risa, al ver como la gente miraba estañada a un lado y al otro tocándose la cabeza, después de tirarles con buena puntería el higo más maduro q encontraba ,y bueno si estaban verdes ya me reía antes ,por q el ruido ya me indicaba q había dado de pleno..Y si, lo confieso..También me los he comido y les he lanzado solo el pellejo...en mi higuera ,q por cierto me gustaría saber si aun sigue entera, me sentía igual q Pelayo cuando empezó la reconquista...en esa época era muy pequeña..no sé 7 u 8..luego en casa de mis tíos me sentía a salvo el hueco de la escalera ,tenía una pequeña puerta y ahí guardaban sacos de carbón ,me acoplaba como podía y escuchando solo mi espiración ,hecha un ovillo pensaba q nadie me encontraría...pero yo misma delataba donde me escondía pues cuando salía ,creo q los ojos era lo único no estaban negros ,mi tía disimulaba diciendo q donde había estado ahora se q siempre lo supo ,pero no quería romper lo q de algún modo para mí, me daba seguridad...era como mi madre así q le envió un beso este donde este y otro a ti mami por q seguro q estáis juntas y te pones celosa..Sabes cuánto os quería a las dos...
Ahora ya puedo correr, me, huir de ti, de mi de la vida q no hay lugar en el q encontrarme a salvo, cuando las cosas han de suceder da igual donde te escondas pues el destino se conoce cada rincón, por muy seguro q parezca...
esas preguntas que no puedo contestar recuerdos que no olvido, alguno que creía olvidado ,momentos buenos ,momentos malos,mis lagrimas en soledad, besos compartidos y secretos,gritos mudos gritados hacia dentro , sueños que aun no murieron , las palabras que llenan mis silencio... esas cosas que nunca te dije... hablando sola de tantas y tantas cosas
Todos en mayor o menor medida hemos tenido esos rinconcitos donde catapultar la necesidad de volar sin alas, donde refugiarnos de todo y de todos, a sabiendas posiblemente que tan solo era algo etéreo, pero que sin duda llenaba esos instantes en los que necesitabamos la fuerza que nos daba sentirnos reyes de nuestros propios rincones...
ResponderEliminarAbrazzzusss